Tal día como hoy, el 10 de julio de 1735, nació en Estocolmo la pintora y miniaturista rococó sueca Ulrika Fredrica Pasch en una familia de artistas.
Fue nieta del pintor alemán Danckwardt Pasch (1660-1727) e hija del retratista sueco Lorens Pasch el Viejo (1702-1766), así como sobrina del pintor Johan Pasch (1706-1769) y hermana de Lorens Pasch el Joven (1733-1805).
Tanto ella como su hermano fueron instruidos por su padre.
Desde que falleció su madre en 1756 y durante 10 años, Ulrika trabajó como retratista profesional con una clientela estable gracias a la que pudo instalar su propio estudio y mantener económicamente al resto de su familia mientras su hermano residía en el extranjero.
Al morir su padre en 1766 y regresar su hermano a Estocolmo, comenzó a compartir estudio con él para colaborar juntos en sus diversos encargos y apoyarse mutuamente.
El mismo año que el Rey Gustav III fundó oficialmente la Real Academia de Bellas Artes Sueca, en 1773, ella se convirtió en la única mujer aceptada dentro de los 15 primeros miembros, entre los que también se encontraba su hermano.
Sin embargo, al contrario que el resto de los integrantes masculinos de esta Academia, Ulrika nunca recibió una pensión por parte de la corona, a pesar de solicitarlo en varias ocasiones.
Participó en las exposiciones oficiales de la Academia durante años y disfrutó de un gran éxito profesional entre la aristocracia y la realeza escandinava hasta su muerte.
Falleció en 1796 cuando contaba 60 años de edad.
La mayoría de sus cuadros se encuentran en el Nationalmuseum de Estocolmo, además de en la Galería Nacional de Finlandia en Helsinki, el Castillo Gripsholm en Mariefred (Suecia) y en numerosas colecciones particulares.
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