Tal día como hoy, el 28 de mayo de 1889, nació la pintora Olga Sacharoff en la localidad caucásica de Tiflis, en Georgia (antiguo Imperio Ruso).
Tras estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Tiflis se trasladó durante un año a Munich en 1910, donde conoció a su futuro marido el fotógrafo británico Otto Lloyd (1885-1973).
Dos años después, la pareja se mudó a París. Allí, Olga entró en contacto con el grupo de artistas exiliados rusos, liderados por la pintora cubista Marie Vassilieff (1884-1957). A partir de esta influencia, Olga Sacharoff inició en su trabajo pictórico un desarrollo muy audaz hasta llegar a un cubismo sintético.
Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, Olga y su marido se establecieron en Barcelona. En esta ciudad comenzó a colaborar en la revista dadaísta “391”, editada por Francis Picabia en 1917. Al mismo tiempo, continuó manteniendo relación con el grupo artístico parisino, exponiendo en los Salons d’Automme entre 1920 y 1928.
A partir de los años 30, su pintura fue evolucionando hacia una figuración más lírica de corte naif, con un dibujo constructivo de estructuras sólidas y unas gamas cromáticas amables.
En 1964 recibió la condecoración institucional de la “Medalla de la Ciudad de Barcelona” como reconocimiento a toda su carrera profesional.
Tres años más tarde, el 1 de marzo de 1967, murió en su casa de Barcelona a los 77 años como consecuencia de un cáncer de útero.
Coincidiendo con los 50 años de su fallecimiento, el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya conmemoró el aniversario declarando el año 2017 como el “Año Sacharoff”, con motivo del cual se programaron una serie de actividades entorno a su figura. La exposición principal tuvo lugar en el Museu d’Art de Girona y fue comisariada por la historiadora y crítica de arte Elina Norandi (Montevideo, Uruguay).
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