Tal día como hoy, el 7 de marzo de 1903, nació en el pueblo pesquero de Yarmouth (Nueva Escocia) la pintora canadiense autodidacta Maud Lewis, de soltera Dowley.
Desde niña sufrió una artritis reumatoide juvenil, que forzó a sus padres a mantenerla aislada en casa, abandonando sus clases en la escuela debido a los episodios de marginación y exclusión social que padecía.
Su madre se ocupó de la formación de su hija, fomentando en ella su creatividad a través de diferentes actividades artísticas, tanto musicales como plásticas.
Tras quedarse huérfana a los 34 años, se trasladó a la localidad de Digby y comenzó a trabajar como asistente doméstica en casa de un pescador, Everett Lewis (1893-1979), que se convirtió más tarde en su marido.
Fue en esta época cuando Maud comenzó a pintar pequeñas tarjetas de navidad que su marido vendía por pocos centavos a sus clientes y a los vecinos de la zona.
Gracias al éxito obtenido, continuó pintando en superficies más grandes e incluso llegó decorar por completo su pequeña vivienda, desde los objetos del interior, como puertas y paredes, hasta las ventanas de la fachada exterior. Hoy en día, esta casa se conserva en su estado original en la Art Gallery of Nova Scotia en Halifax.
Durante la década de los años 50, su popularidad se fue extendiendo por el país, llegando a recibir en su propio hogar a una gran cantidad de público que la visitaba como si fuera un reclamo turístico. Gracias a esto vendía todos los cuadros que pintaba.
Su obra se caracteriza por su estilo ingenuo, su brillante colorido y por representar siempre escenarios naturales amables en todo su esplendor. Todo su trabajo fue comercializado siempre por su marido, quien controlaba la economía familiar, por lo que ella nunca dispuso del dinero que ganó. Fue una artista muy prolífica que pintó sin descanso con una férrea fuerza de voluntad, a pesar de las dolencias físicas sufridas por su enfermedad degenerativa, por las que ingresaba en el hospital con frecuencia.
Murió en 1970 a consecuencia de una pulmonía cuando tenía 67 años.
En el año 2016, fue adaptada su vida al cine en una película titulada “Maudie”, estrenada en el Festival Internacional de Cine de Toronto.