Tal día como hoy, en el año 1680, pudo haber nacido en Viena la pintora Maria Verelst.
Fue criada en una familia de pintores holandeses, su abuelo fue el pintor barroco Pieter Hermansz Verelst (1618-1688). El padre de Maria, Herman Verelst (1642-1690), y su tío Simon Pietersz Verelst, fueron los maestros que la instruyeron a ella y a su hermano, el pintor de bodegones Cornelius Verlest (1667-1728).
Cuando Maria contaba tres años de edad, la familia se mudó a Londres y allí establecieron su taller. En Inglaterra fue donde Maria Verelst desarrolló toda su carrera, especializada en el retrato académico y clásico.
Sus cuadros son un amplio repertorio de la élite aristócrata y noble que vivió en Inglaterra a principios del siglo XVIII, representados siguiendo un canon idealizado al gusto de la sociedad cortesana de la época. Todos estos retratos son un reflejo de la moda preciosista del momento, en los que destacan las refinadas armonías de color, así como la delicadeza en la pincelada y el detallismo de los ornamentos.
Maria Verelst murió en Londres en 1744.
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