Tal día como hoy, el 26 de julio de 1801, nació en Estocolmo la artista sueca romántica Maria Christina Röhl.
Su trabajo más destacado es una serie de 1779 dibujos a lápiz realizados durante tres décadas, entre 1832 y 1862, en los que retrató a la sociedad burguesa de su tiempo. Entre los personajes retratados encontramos celebridades culturales locales del contexto sueco como escritoras, pintores y músicos, además de personajes sociales destacados procedentes de la aristocracia, el clero o la política. Esta serie es un documento valioso sobre la sociedad del momento y aporta información sobre la evolución de la moda durante la primera mitad del siglo XIX, ya que en los dibujos se aprecian detalles de la indumentaria, los tocados y peinados de cada época. Se conserva en la Kungliga biblioteket, la Biblioteca Nacional de Suecia, que lo adquirió pocos meses después de su muerte. Los dibujos que se conservan son en realidad los bocetos preparatorios al trabajo definitivo que después Maria vendía a cada uno de sus clientes.
Al morir el padre de Maria Röhl en 1822 cuando ella tenía 21 años, encontró trabajo como ama de llaves en la casa de Christian Forssell (1777-1852), grabador de cámara y profesor en la Real Academia de Bellas Artes Sueca, quien se convirtió en su maestro de dibujo y en su primer mentor artístico. Maria le retrató en 1832 trabajando de pie en una mesa de dibujo con atril.
En 1843 Maria Röhl fue nombrada retratista de cámara y admitida como miembro en la Real Academia de Bellas Artes Sueca. En 1849 viajó por primera vez a París y asistió a clases en el taller del pintor Jean-François Brémond (1807-1868), discípulo de Ingres a quien también María retrató en su serie de dibujos.
En 1851 Maria viajó a Inglaterra, donde estuvo residiendo en Londres y Liverpool.
En la primavera de 1853 volvió a Francia con 52 años y vivió en París durante tres años. Allí frecuentó el estudio de Leon Cogniet (1794-1880) y el Museo del Louvre.
En el verano de 1856 regresó a Estocolmo.
Con la comercialización de los retratos fotográficos y la proliferación de estudios de fotografía, la demanda de dibujos decreció drásticamente. Las pinturas al óleo de Maria Röhl nunca tuvieron la misma aceptación entre el público que sus trabajos en dibujo.
Maria nunca contrajo matrimonio y permaneció activa hasta el final de su vida. Falleció en Estocolmo a los 73 años el 5 de julio de 1875.