Tal día como hoy, el 18 de enero de 1894, nació en Praga la fotógrafa checa Lucia Moholy, de soltera Schulz.
Ella es la responsable de la imagen gráfica y la identidad visual con la que hoy reconocemos la mítica Escuela Bauhaus. Entre 1923 y 1928, Lucia Moholy estuvo documentando la vida diaria de este centro a través de más de 300 fotografías, incluyendo retratos a los profesores y estudiantes, vistas arquitectónicas de los edificios y registro de las producciones artísticas llevadas a cabo en los talleres.
Durante décadas, el trabajo de Lucia Moholy no fue reconocido y permaneció en el anonimato sin acreditarle su autoría, siendo comercializado sin su permiso tanto por Walter Gropius (1883-1969), fundador de la Bauhaus, como por su propio marido László Moholy-Nagy (1895-1946), profesor en esta escuela.
Lucia Schulz estudió Filosofía e Historia del Arte en la Universidad de Praga.
Entre 1915 y 1920, trabajó en Berlín como editora y escritora para distintas publicaciones vanguardistas.
En 1921 contrajo matrimonio con László Moholy-Nagy y ambos se trasladaron a Weimar en 1923, cuando László fue nombrado profesor en la Bauhaus. Allí, Lucía trabajó como fotógrafa freelance, proporcionando imágenes para prensa, catálogos y publicaciones internas. Esta misma labor la desarrolló en la sede de Dessau dos años más tarde.
Su prolífico trabajo fue técnicamente muy experimental y estéticamente próximo al movimiento alemán de la Nueva Objetividad (Neue Sachlichkeit).
En 1929 se separó de su marido y comenzó a trabajar para la agencia fotográfica alemana Mauritius, además de ejercer como docente en una escuela de arte privada en Berlín.
En 1933, con el auge del nazismo, emigró a Londres y al terminar la Segunda Guerra Mundial trabajó durante más de 10 años en los archivos gráficos de la UNESCO.
En 1959 se trasladó a Suiza y dedicó la última etapa de su vida a la crítica de arte y a la literatura. Hasta 1972 no consiguió el reconocimiento legal de su trabajo en la Bauhaus, que reclamó a través de la publicación de un libro en el que explicaba su historia.
Murió el 17 de mayo de 1989 a los 95 años en Zúrich.
Tras su fallecimiento, su colección de negativos fue donada al Archivo Bauhaus en Berlín.