Tal día como hoy, el 30 de agosto de 1907, nació en Buenos Aires la pintora surrealista argentina Leonor Fini.
Con sólo tres años de edad se trasladó con su madre a Italia cuando sus padres se divorciaron y vivió allí durante su infancia y adolescencia.
En 1930 viajó a París, donde tomó contacto con algunos miembros del grupo surrealista, como el poeta francés Paul Éluard (1895-1952), el pintor alemán Max Ernst (1891-1976), el escritor y cineasta Jean Cocteau (1889-1963) o Salvador Dalí (1904-1989).
Fue siempre una pintora autodidacta, que no siguió ningún tipo de formación artística reglada. Estuvo en activo durante seis décadas y fue muy prolífica.
Trabajó también como ilustradora de libros, como escenógrafa para teatro, ballet y ópera, así como en el diseño de vestuario para producciones cinematográficas.
Su personal universo pictórico se caracteriza por estar protagonizado siempre por figuras femeninas fantasmagóricas, etéreas y ambiguas, que viven en unos espacios atemporales, donde disfrutan de libertad para manifestar sin prejuicios su refinado y ceremonial erotismo.
Murió en París a los 87 años el 18 de enero de 1996.
Sus obras las podemos encontrar el Centre Georges Pompidou, el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, la Tate Modern de Londres, el Musée d’Art Moderne de Bruselas, la Peggy Guggenheim Collection en Venecia, la Galleria Nazionale d’Arte Moderna e Contemporanea en Roma o el Arte Institute de Chicago.
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