Tal día como hoy, el 20 de febrero de 1630 fue bautizada en la Iglesia de San Vicente en Sevilla la pintora barroca Josefa de Ayala Figueira, más conocida como Josefa de Óbidos.
Fue discípula e hija del pintor portugués Baltazar Gomes Figueira (1604-1674) y su madre fue Catalina de Ayala Camacho, pariente del pintor gaditano Bernabé de Ayala.
El padre de Josefa, hijo de los artesanos Paulo Gomes Figueira y Luisa Lopes, se desplazó a Sevilla con intención de desarrollar una carrera militar pero terminó trabajando como ayudante en el taller del pintor Francisco Herrera el Viejo (1576-1656), quien fue padrino de Josefa.
En 1640 se produjo la Restauração da Independência de Portugal de la monarquía española y en el reino de Portugal se instauró la Casa de Braganza, en cuya corte Baltazar Gomes Figueira consiguió el cargo de pintor. Por este motivo, el matrimonio volvió a Portugal dejando a Josefa en Sevilla con sólo 10 años trabajando como aprendiz en el taller de su padrino, Francisco Herrera el Viejo.
Cuatro años después, Josefa se instaló en Óbidos junto a sus padres y a los 16 años ingresó en el Convento de Santa Ana en Coimbra como novicia. En 1653 abandonó el convento y regresó al hogar paterno para dedicarse por entero a la pintura en el taller de su padre, donde estuvo trabajando hasta que él murió.
El primer encargo de Josefa de Óbidos fue una serie de grabados que realizó para la Universidad de Coimbra.
Fue una de las pocas mujeres pintoras de su época que no sólo destacó por su enorme talento, sino que pudo dedicarse de manera profesional al arte gracias a los numerosos trabajos que recibía. Incluso llegó a conseguir legalmente a los 30 años emanciparse de la subordinación paterna siendo una mujer soltera, gracias a lo cual pudo firmar contratos y cobros sin permiso de su padre. Se conservan más de 100 obras suyas entre bodegones, composiciones religiosas y retablos para iglesias. Su estilo barroco no es dramático sino alegre, destaca por su originalidad en la viveza de los colores y la abundancia de ornamentos florales.
Falleció el 22 de julio de 1684 a los 54 años en Óbidos y fue enterrada en la Iglesia de San Pedro. En su testamento dejó su herencia a las mujeres de su familia.
Sus obras se conservan en el Museo del Louvre en París, el Nasjonalmuseet for kunst en Oslo, el Detroit Institute of Art (Michigan), The Walters Art Museum (Maryland), el Museo de Évora, el Museo Nacional de Machado de Castro en Coimbra, el Museo Municipal de Santarém, la Iglesia de Cascais y el Museo Nacional de Arte Antiguo de Lisboa.
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