Tal día como hoy, hacia el año 1571, pudo haber nacido en Normandía la calígrafa, miniaturista e iluminadora de manuscritos Esther Inglis, anglicismo de su apellido de soltera Langlois.
Sus padres fueron Nicholas Langlois y Marie Presot, un matrimonio de hugonotes franceses que emigraron a Edimburgo tras la matanza de San Bartolomé en 1572.
En la capital escocesa sus padres establecieron una escuela francesa, donde Esther y su hermana recibieron una completa educación en humanidades.
Fue su madre, también calígrafa, quien le enseñó el oficio.
La exitosa carrera profesional de Esther Inglis se extiende a lo largo de tres décadas, produciendo en ese tiempo hasta 60 manuscritos. En 1596 contrajo matrimonio con Bartholomew Kello, un rector en la iglesia presbiteriana que trabajaba como administrador de documentos para la corona británica. Ambos colaboraron juntos bajo el mecenazgo de la Reina Isabel I y del Príncipe de Gales, Enrique Estuardo. Esther se ocupaba de escribir a mano e ilustrar los textos que redactaba su marido, como cartas, pasaportes, testimonios, libros personalizados para regalos y otros documentos oficiales.
Solía firmar sus trabajos incluyendo su autorretrato como un logo personal, también bordaba y decoraba el exterior de los libros e incluso se ocupó en tareas de traducción.
Murió a los 53 años en 1624.
Sus obras se conservan en la Biblioteca Británica, la Royal Collection, la Houghton Library de la Universidad de Harvard (Cambridge, Massachusetts) y la Biblioteca Folger Shakespeare en Washington DC.
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